Diseñador web en apuros, ante un cliente cabreado
Uno de los factores más críticos en el desarrollo de cualquier proyecto es el arte de relacionarse con los clientes. En el diseño web, la adecuada comunicación entre cliente y diseñador es primordial.
Cómo en todas las profesiones, existen diseñadores buenos, no tan buenos y malos y por desgracia la calidad de sus diseños no sólo depende de ellos, sino también de los gustos personales de los clientes, para gustos…colores.
Muchos profesionales excelentes en su trabajo, a la hora de interactuar con los usuarios no saben transmitir sus conocimientos e ideas o simplemente no escuchan al cliente. Por otro lado, si el cliente no sabe expresar lo que necesita el proyecto no llegará a ninguna parte.
El cliente ideal es flexible, aporta ideas y acepta las sugerencias del diseñador, permitiéndole realizar su trabajo. Pero existen clientes que no confían en las aptitudes y conocimientos del profesional, estableciendo una relación poco cordial.
Por todo esto, para mantener un buen entendimiento entre el cliente y el diseñador y conseguir los objetivos marcados por ambas partes, os exponemos ciertos consejos para hacer la vida más fácil a un diseñador en apuros:
- Planifica la relación con tu cliente.
- Llega de antemano a un acuerdo adecuado que incluya todas las cuestiones (habla sobre el asunto económico y explica los términos, condiciones y método de trabajo).
- Infórmate de la idea que quiere plasmar el cliente. ¿Qué mensaje quiere transmitir? ¿A qué público va dirigido? ¿Qué estilo de diseño quiere?
- Recoge información sobre tu cliente, estúdialo.
- Conoce en profundidad su empresa o proyecto, cuanta más información tengas más fácil será lograr los objetivos.
- Establece tiempos prudenciales.
- Refleja en un soporte físico el diseño acorde a las necesidades del cliente y explica en profundidad el funcionamiento de la propuesta.
- Transmite las decisiones tomadas sobre el diseño de manera clara y definida.
- Informa al cliente de los avances conseguidos.
- Negocia los aspectos en los que no estés de acuerdo, sin traicionar a tus principios.
- Ponte en el lugar de la otra persona para llegar a un entendimiento.
- Sé flexible, nunca olvides que estás realizando un trabajo a medida.
- Proporciona soluciones adecuadas al gusto del cliente.
- No descuides el cara a cara, los correos electrónicos no garantizan la correcta comunicación entre el cliente y el diseñador.
- Establece un orden de importancia en las tareas, para evitar el estrés y la acumulación de trabajo.
- La sinceridad y la humildad son dos cualidades a las que no debes renunciar.
Por lo tanto, si eres un diseñador web y te preguntas ¿por qué es tan difícil comunicarse con los clientes? intenta reflexionar y valorar el pro y el contra de cada proyecto y en tus manos está afrontar un nuevo reto profesional.